El momento de la unión del soft libre
Uno de los mayores inconvenientes que ha sufrido el soft libre en general ha sido la dispersión de esfuerzos. En este tema España es paradigma mundial. Linex, guadalinex, lliurex, Max, Linkcat, y todas las distribuciones que pueden verse en espadistros y en la imagen han sido réplicas básicamente equivalentes de la misma distribucion linux con muy pocas diferencias (posiblemente por debajo de 5% del global de programas).
Decir que en una distribución de más de 1.500 paquetes, difiere por que se personalicen o añadan 70 es cierto pero también equívoco. Y asignarse el crédito de ser sus creadores goza de estos mismos calificativos.
El camino emprendido independientemente unos de otros, salvo en el caso inicial de Extremadura, que fue por necesidad pionera, no ha sido sino un uso poco eficiente de los recursos publicos.
Cierto es que el argumento de ser tecnología local, pudiera inicialmente favorecer la difusión, pero en el medio plazo, cuando se requieren masas críticas de usuarios para su sostenimiento se convierten más en obstáculos que en catalizadores del mismo.
Prefiero no calificar el argumento de las necesidades locales (idioma, sistema educativo, etc) ya que el mercado lleva satisfaciendo esas necesidades desde hace bastante y no han surgido una pléyade de sistemas operativos, por que simplemente no son funcionamente necesarios ni empresarialmente sostenibles.
La crisis que reduce los presupuestos públicos debería llevar algo de sentido comun a este panorama. La cooperación entre las distribuciones públicas es una necesidad en esta época de recortes. Incluso la revista “The Economist”,con mayor o menor acierto incide en este sentido ie ncluye frases lapidarias “como Los nacionalistas están “obsesionados” con sus lenguas y el localismo de muchas regiones ha hecho que se vuelva al caciquismo” desgraciadamente el software libre se ha visto parcialmente afectado por este mal.
La única estrategia para la supervivencia de las distribuciones linux de origen público es la cooperación, ya que las apuestas únicamente populistas no podrán ser sustentadas dada la falta de capacidad de autosostenerse.
Con todo, soy extraordinariamente pesimista al respecto de esta colaboración y el pronóstico más probable, habida cuenta del argumento político es que en 12 meses en España lo que veamos son versiones de Red Hat (Red Hat), Novell (Suse) o Canonical (ubuntu) en el ámbito público.
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.. hombre @aabella, aunque despacito, algo se está haciendo en esa línea, no ?? .. suscribo al 120% lo que comentas, y es no sólo necesario, sino crítico que lo consigamos poner en marcha, pero, repito, algo se va haciendo, .. ¿te suena ?? .. quizás no está resolviendo ya estos temas, pero puede ser suficientemente interesante como para mencionarlo en este post u en otro ;-), tú que lo conoces bien, al menos, aunque sea “matizando” que es necesario empezar a tener más resultados ??? 😉 ..
gracias !!!
Gracias por el apunte, si, pero estamos como en matemáticas, que exista un organismo es condicion necesaria pero no suficiente.
El público en general no es consciente de que las distribuciones autonómicas están condenadas a su dependencia perpetua (con todo lo que conlleva) de fondos públicos salvo que decidan cooperar, y aún en ese caso lo tienen difícil.
En esta época de crisis a lo mejor alguien se hace alguna pregunta de por que se invierte en empaquetar software que ya existe empaquetado
Es difil hoy justificar hacerse una distribución linux a medida cuando el mercado ya ofrece alternativas igual de libres, con soporte mundial, con certificaciones HW y SW y con masas de usuarios y de soporte ordenes de magnitud mayores.
Lo que entonces, 2001, fue un acierto de extremadura hoy es un desacierto de todos.
Amén. Sin duda, un organismo como Cenatic puede aportar mucho, pero aún más deben/debemos aportar todos aquellos que, en mayor o menor grado defendemos el código abierto.
Lamentablemente, en un país tan atomizado como el nuestro, en el que sería “imposible” que dos o más comunidades trabajaran en una misma distribución, el cambio debería venir por parte del individuo. Esto es, primar el “yo aporté a x distribución” sobre el “yo creé x distribución”.
En general, la primera opción incluye un trabajo colaborativo con la innovación como objetivo, mientras que la segunda busca (generalmente…) el mero reconocimiento de haber modificado u optimizado x funcionalidades. (Oopss, esto puede traer cola…)
Por mi experiencia en Brasil y Colombia, dos “bastiones” del software libre en LATAM, ese tema (y la consecuente aparición de cientos de distribuciones), y el radicalismo de algunos, pueden ser los dos mayores impedimentos para la difusión de los sistemas de código abierto.
Muy acertado tu comentario.
Efectivamente, el ámbito político restringirá la cooperación, habida cuenta de que se ha utilizado la tecnología no para la popularización del acceso a la sociedad en red, sino para la venta política de un enfoque localista.
Dentro del propio mundo del código abierto, hay que pasar del ¿quien colabora en mi proyecto? a ¿en que proyecto puedo colaborar?
Cualquiera del sector conoce la multitud de guerras intestinas entre partidarios del código abierto por temas más personales que reales.
Creo que habrá cierta evolución darwinista y solo los proyectos más adaptados sobrevivirán, y en este caso las distros públicas solo sobrevivirán mientras haya inyección pública.
Luego desaparecerán.